CORDOBAPolicía

Juez y De Loredo borraron al PRO del triunfo

Los candidatos más votados se apropiaron del histórico 54% obtenido en las urnas. Dieron un paso más hacia la autonomía porteña que ensayaron en la campaña al invisibilizar al socio amarillo que supo llevar la voz cantante.

Desde anoche, circulan distintas interpretaciones políticas de los resultados. Lecturas prêt-à-porter, confeccionadas a medida de sus autores intelectuales. Algunos dirán -con total convicción- que Luis Juez y Rodrigo de Loredo se convirtieron en los candidatos más votados de todo el país en virtud de su incansable trabajo. Aunque también tienen la misma pretensión de verdad los enunciados que afirmen que la fuerza más votada en Córdoba fue el antikirchnerismo, en la versión que el electorado definió como “auténtica”: Juntos por el Cambio.

Unidos en la primera decodificación de los resultados se encuentran los ganadores de las PASO, los mismos que entre sonrisas socarronas aseguraban que Mauricio Macri no era el dueño de la Córdoba rebelde y se plantaron ante la osadía de Gustavo Santos de liderar la alianza por imperio del dedo. Y para colmo, ganaron a sus apadrinados.

Es comprensible, previsible, a decir verdad, que los ganadores de este domingo se apropiaran del 54% obtenido. Sugirieron el 2023, aunque sin obscenidades. Un paso en falso podría confirmar que no los mueve el desvelo por poner un freno al kirchnerismo, o bien la altruista idea de un país más amable, próspero y libre. La vocación de poder no se reprocha tanto como la falta de tacto político.

La UCR de Córdoba, con De Loredo plantado y con consensos mayores para liderar, no va a tolerar imposiciones, en sintonía con la jugada nacional del partido que se prepara para la pulseada presidencial. Los buenos modales con los aliados podrían cambiar abruptamente ante amenazas externas a esa convicción.

Durante la campaña, Juez fue bien recibido por los radicales. Experimentó la misma cordialidad y sintonía que exhibió con De Loredo. Ambos dicen que fue maravillosa la experiencia, que Juntos por el Cambio se mantendrá unido. Sin embargo, el futuro diputado es ambiguo cuando habla de su ambición para dentro de dos años. Antes se presentaba como un firme competidor al municipio capitalino; desde hace unas semanas también recuerda que dedicó su primer libro y años de estudio a los primeros 16 años de Unión por Córdoba en el poder.

En el juecismo ponen en duda el despegue de De Loredo en las urnas sino no hubiera concurrido en tándem con Juez. “Le hubiera ido como en la interna radical, cuando se enfrentó con Mario Negri”, le chiflan, recordando que no le alcanzó a pesar del buen papel que hizo.

Juez sabe que no puede solo, como todos los que integran Juntos por el Cambio, pero todo parecía indicar que ensalzaría a sus aliados amarillos, los referenciados en la halconada retadora nacional y local de Macri, Patricia Bullrich. Sin embargo, no hubo ninguna mención a los patricios, a los irreverentes del PRO que lo apoyaron y aceleraron el postmacrismo en la provincia.

Cabe recordar que Laura Rodríguez Machado, Héctor Baldassi, Oscar Agost Carreño, Sebastián García Díaz, la juventud partidaria y los dirigentes que le responden se rehusaron a apoyar al candidato a todo de Macri -Santos- y nada indicaba que cambiarían de parecer. Hasta anoche.

Tanto Juez, como De Loredo, monopolizaron el micrófono en los festejos y no mencionaron en sus discursos a ningún amarillo que oficiaba de decorado en el escenario montado para la fiesta de la fuerza más votada.

En el PRO se quedaron esperando el reconocimiento particular, la mención de rigor que se perdió en el genérico “equipo” o “expresión política”.

Juez decidió mostrar su desconfianza a la permanente apelación a los radicales que, esta vez, se “taparon la nariz” (la frase es de ellos) y no cortaron boleta, tal como habían prometido. Todo lo contrario, a diferencia de las PASO, fue Juez el que mostró diferencia de 0,1% por encima del radical al que ponderó como referente de la UCR. De Loredo fue el eje del cierre del próximo senador: después del pedido de unidad lo diferenció del pelotón radical y no le negó la condición de líder y factor clave de la unidad de JPC. “Nuestro equipo es indestructible”, recitó para los que ya le ponen fecha de vencimiento al dueto.

Ahora bien, la primera batalla estará afuera. El fundador del FC insistió en que el logro fue conseguido “si ningún tutor ni promotor”. Era previsible que provincializara el triunfo, al igual que De Loredo. Juntos por el Cambio necesitaba cierta autonomía que desde su origen no tuvo y era esperable que intenten sostener la “independencia” para el 2023.

En el tramo final de la campaña bloquearon el desembarco de figuras de la mesa nacional de Juntos por el Cambio, pero antes dividieron el partido amarillo que quedó pivoteando entre dos referentes que ni siquiera compartieron los créditos en el festejo y demostraron que el eje estará en fortalecer sus espacios con las herramientas que dispongan.

Juez y De Loredo les dieron una pequeña muestra gratis de lo que alguna vez recibieron con el PRO liderando: en JPC hay socios de primera y socios de segunda. Anticiparon que trabajarán para invertir el papel que alguna vez tuvieron, plantados en un millón de votos.

Fuente: Alfil

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