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El Gobierno ordenó un confinamiento estricto por nueve días en casi todo el país
La medida regirá desde este sábado 22 de mayo a las 0 horas hasta el domingo 30 de mayo inclusive. Además, el fin de semana del 5 y 6 de junio también habrá cuarentena estricta
Además, el Presidente afirmó que “se implementarán las restricciones que correspondan a cada zona según los indicadores epidemiológicos y sanitarios” y que hay una “firme decisión de hacerlas cumplir estrictamente”.
Un dato clave es que, si bien el 31 de mayo se retoman las restricciones como regían hasta hoy, el fin de semana del 5 y 6 de junio se volverán a restringir las actividades en las zonas más críticas, es decir, confinamiento estricto nuevamente, solamente por esos dos días.
“Les pido que se queden en casa todo lo posible, salir solo para lo indispensable, no participar de reuniones sociales y maximizar los cuidados cuando salgan de casa”, rogó el mandatario.
En sintonía con esto, adelantó que se utilizarán estos días para fortalecer el proceso de vacunación: “En los próximos meses vamos a contar con 4 millones de dosis. En pocas semanas más habremos vacunado a la totalidad de las personas en riesgo que optaron por vacunarse. Tal como anunció Putin, el Fondo ruso está normalizando la entrega de vacunas, ya esperamos otro millón para los próximos días. También hablé con Andrés Manuel López Obrador y me confirmó el pronto envío de gran cantidad de vacunas que hemos producido entre ambos países con AstraZeneca. También tuvimos contacto con Xi Jinping, le pedimos que Argentina pueda seguir recibiendo vacunas de Sinopharm. Continuamos el diálogo con otros países y productores para que Argentina cuente con vacunas para toda la población”.
“Siempre les hablo con la verdad, pueden estar de acuerdo o no, pero hay verdades que están por encima de los desacuerdos. Estamos viviendo el peor momento desde que comenzó la pandemia. Estamos teniendo la mayor cantidad de casos y de fallecidos, debemos asumir seriamente lo crítico de este tiempo y no naturalizar tanta tragedia”, comenzó el Presidente su alocución.
E insistió: “Más allá de lo que cada uno piense, debemos asumir la gravedad de este instante, no es momento de especulaciones, debemos unirnos para superar esta catástrofe que azota a la humanidad”.
“No aceptemos que se niegue esta realidad. Cada contagio debe dolernos, cada muerte debe conmovernos, debemos estar cerca del pesar que sufren quienes han perdido un ser querido en la pandemia. Nadie puede salvarse solo, necesitamos cuidarnos como nunca antes para evitar todas las pérdidas que podamos. El primero que debe cuidar la salud de todos y todas es el Estado, que jamás puede hacerse el distraído ante una pandemia”, agregó.
“El aumento de camas y respiradores no resuelve el problema si no se restringe el contagio y la circulación. El agotamiento de todo el personal de salud, al que siempre voy a estar agradecido por el esfuerzo que hacen, no puede ser soslayado. Cuando no hay fiscalización, se produce una gran injusticia, una minoría afecta al resto.
No importa cuántas medidas tomemos si una minoría no las cumple, si se cumplen, reduciremos el impacto de la segunda ola. Si se implementan de modo oportuno, los contagios van a ceder y volverán las actividades que temporalmente suspendemos”, prosiguió.