El crimen de Lucas González: “Julián manejó a los gritos cuatro cuadras, con Lucas en su falda, ensangrentado”

«Yo estaba manejando desesperado, a los gritos, buscando algún policía que nos ayude, tocaba bocina, vimos a uno, pero nos ayudó y después, como a cuatro cuadras, vimos dos mujeres policías y ahí paramos. Yo tenía a Lucas en mi falda, me tocaba la rodilla, estaba todo ensangrentado». Clarín pudo acceder a algunas declaraciones que brindaron este lunes, ante la Justicia, Julián, Joaquín y Niven, los amigos de Lucas González, el joven asesinado el miércoles último por tres policías de la Ciudad.

Según fuentes de la investigación, los jóvenes, que cuentan con psicólogos y trabajadores sociales que los apuntalan, «estaban enteros y lúcidos pese a la trágica situación que vivieron. Se los veía con necesidad, con hambre para declarar lo que sucedió, nunca quisieron postergar sus declaraciones, al contrario, expusieron siempre mucho interés en encontrar justicia para que su amigo pueda descansar en paz».

Julián, Joaquín y Niven declararon vía zoom, acompañados por sus familiares, el mismo día en que lo habían hecho Gabriel Isassi, Fabián López y José Nievas, los policías acusados disparar contra los jóvenes y asesinar a Lucas González.

«Como declararon después que los policías, fueron negando sistemáticamente cada una de las cosas que habían señalado los imputados. Que no hubo ninguna identificación policial, tampoco sirena ni uniforme. Sólo vieron las armas y pensaron que los iban a robar», agregaron las fuentes.

Por momentos hubo escenas desgarradoras, con declaraciones entrecortadas, pero los amigos de Lucas hablaron por separado y se explayaron «con claridad, coincidencias en los relatos y una linealidad cronológica que permitió atacar cabos. Hicieron saber que nunca se percataron de que los estaban siguiendo hasta que el Nissan de la brigada se les puso a la par y les gritaban ápagá el motor, apagá el motor'».

Recuerdan que todo fue en una fracción de segundo. Detuvieron el auto y «cuando vieron las armas el único movimiento fue el que hizo Julián, que puso primera para escapar del lugar porque los tres estaban convencidos de que eran ladrones y se asustaron. Esa reacción fue vista por la policía como una amenaza que derivó en la balacera y con Lucas con dos tiros en la cabeza».

Los tres ratificaron el maltrato sufrido por la policía, «ya que cuando pararon a unas cuatro cuadras, se empezó a llenar de agentes que rodearon el auto, los hicieron bajar y los esposaron como si fueran delincuentes, con Lucas tirado en el auto», revelaron fuentes de la investigación, que sostuvieron que tanto Julián como Niven y Joaquín concluyeron su relato con conmovedores expresiones de afecto hacia su amigo y que no descansarán hasta que se haga justicia.

Los padres de Lucas González, Cintia López y Mario González, fueron citados a declarar de manera presencial este martes a las 10, como testigos ante los fiscales que llevan adelante la investigación del caso.

A su vez, también se espera que los familiares de los tres adolescentes que sobrevivieron al ataque presten declaración entre el martes y el miércoles.