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¿LENGUAJE INCLUSIVO O BOCHORNO INCLUSIVO? Por Alan Alfaro
Hace pocos años, y debido al gobierno en ejercicio y a las nuevas tendencias impuestas por un mercado exigente por demás, se intenta cambiar el lenguaje de las personas, argumentando que algunas letras son machistas, feministas o poco inclusivas.
De ahora en más, se pretende imponer hablar de “todes” en lugar de todos/as, por el machismo de la O y el feminismo de la A, considerada la E como letra “inclusiva”. Previamente, habíamos empezado a hablar de “todos y “todas”, como si decir TODOS no nos hiciera iguales y no significara un signo de integración.
Ahora, hago una pregunta: ¿Verdaderamente, la igualdad se manifiesta en un cambio de letras o en realidad, en actitudes que la favorezcan?
Para quien no me conoce, soy una persona con capacidades diferentes, y la inclusión de la que tanto se habla es un factor que cuesta lograr en todo aspecto de la vida. Se enfocan en imponer un estilo de lenguaje con intención de integrar. Pero en el mundo real, se discrimina a las personas por pensar distinto, se carece de sistemas de accesibilidad para personas con capacidades especiales y, aunque vamos evolucionando, aun se discrimina a los homosexuales.
Realmente, esto me supera y me pregunto si la gestión de turno será capaz pronto de lanzar un manual que nos indique cómo vivir.
Desde mi punto de vista, la inclusión se da mediante un cambio de actitudes sociales en lugar de un cambio de letras que, al fin y al cabo, no llevan a nada,
Si nuestra mente y corazón no evolucionan, por más que transformemos el lenguaje, no lograremos nada.
No nos dejemos engañar por un grupo de personas que, a su manera-patética, claro está- pretende instalar una simple moda, la cual dentro de tres años, desparecerá de nuestras mentes.
INCLUIR NO ES UNA MODA. INCLUIR ES ACTITUD. Basta de “BOCHORNO INCLUSIVO”.
ALAN ALFARO
