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Mons. Olivera | En estos tiempos en que vivimos, extrañamos la voz, la palabra y la valentía de Mons. Laguna

Mons. Olivera | En estos tiempos en que vivimos, extrañamos la voz, la palabra y la valentía de Mons. Laguna, es parte del resumen, del recuerdo del Obispo Castrense de Argentina, al conmemorarse hoy 3 de noviembre, en la conmemoración del 7° Aniversario del fallecimiento del Obispo de la Diócesis de Morón.  Mons. Laguna, había nacido el 25 de septiembre de 1929, en el hoy reconocido edificio histórico, que albergó la famosa Confitería del Molino, frente al Congreso de la República Argentina.

Hijo de españoles, su nombre era Justo Oscar, Laguna, estudió en el Colegio Cornelio Saavedra sus estudios primarios, y en el Colegio Nacional Manuel Belgrano curso sus estudios secundarios.

Fue ordenado sacerdote el 18 de septiembre de 1954, allí acompañó en la Parroquia del Carmen a Mons. Gustavo Franceschi. Más tarde pasó a la Diócesis de San Isidro, donde fue Párroco de la Catedral y Rector del Seminario. El 1 de febrero de 1975, el actual San Pablo VI, fue elegido Obispo titular de Lares y Auxiliar de San Isidro, fue ordenado Obispo el 8 de marzo del mismo año por Mons. Antonio María Aguirre.

Sin dejar su cargo en la Diócesis de San Isidro, en julio de 1977, fue nombrado Administrador Apostólico de San Nicolás de los Arroyos, el 22 de enero, de 1980, fue nombrado Obispo de la Diócesis de Morón por San Juan Pablo II, tomando posesión del cargo el 22 de marzo del mismo año. El 30 de noviembre de 2004, a la edad de 75 años renunciaba a su cargo como Obispo al llegar a la edad máxima, desde de ese momento no se detuvo en su labor y tarea hasta el final de su vida, el 3 noviembre de 2011.

Mons. Justo Oscar Laguna, fue sin dudas un gran defensor diálogo, de carácter directo, transparente, un hombre de la Iglesia sensible y espiritual. Es de destacar, que luego de la finalización de la Guerra de Malvinas, Mons. Laguna, trabajó mancomunadamente en la pacificación y fomento puentes para conformar el retorno a la democracia.

Conocidas fueron sus intervenciones en el Servicio de la Reconciliación Nacional, fue miembro de la Asamblea Permanente por los DDHH en nuestro País. Por solo citar alguna de sus tareas, en 1981, en pleno proceso militar, ayudó a redactar el documento Iglesia y Comunidad Nacional.

En el mismo, el Episcopado pedía el restablecimiento de los poderes constitucionales y señalaba que no podía haber democracia sin partidos políticos. Dotado de una gran personalidad, no menguaba su responsabilidad y afrontaba con vehemencia sus compromisos, era un claro defensor de los derechos y comprendía que la Iglesia debía fortalecer su presencia en los medios.

Ofrenda floral a Mons. Laguna en el día de su Aniversario de fallecimiento.-

Nuestro Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera, fue ordenado Sacerdote por Monseñor Laguna en Morón, el 18 de septiembre de 1984. Pero su vínculo con el Prelado fallecido, había nacido mucho tiempo atrás, cuando era apenas un joven, y el propio Mons. Laguna iniciaba su labor Pastoral en la Diócesis de Morón, corría 1980, tiempo en que Mons. Santiago Oliveraintegraba el Movimiento Jornadas.

Allí, se produjo una experiencia que cambiaría su vida, en la Catedral de Morón, escuchó a Mons. Laguna, y justamente lo recordaba el día de su Ordenación Episcopal ante la prensa nacional, que al sentir a Mons. Laguna“sentí que el Señor me llamaba al Sacerdocio”. Cuatro años más tarde, era ordenado Sacerdote por su Padre y Pastor, 24 años después, el propio Mons. Justo OscarLaguna, ordenaba a Mons. Santiago Olivera Obispo de la Diócesis de Cruz del Eje Córdoba.

Mons. Laguna, en su mensaje aquel día, recordó conceptos del Concilio Vaticano II sobre el Episcopado como plenitud del Sacerdocio. Decía, “la clave es que seas Santo”, agregando, “nuestra función de regir es de servir”. Hoy transcurrieron 7 años de su fallecimiento, y como hijo y sucesor, nuestro Obispo, ofició Santa Misa en recuerdo de quien fuera no solo un referente de la Iglesia, un guía espiritual sino también un hombre de nuestra historia Argentina.

Antes de ingresar a la Catedral de Morón, el Obispo Diocesano Castrense, señalaba, “Mons. Laguna es un gran referente en el orden personal, ha sido un pastor que siempre tuvo una palabra, por momentos palabras valientes y complicadas”. Agregando, “más de una vez, quienes lo hemos conocido, sentimos su ausencia y el lugar que él ocupaba tan importante, para hacer o para llamar la atención sobre circunstancias bien difíciles, en el tema de la Justicia, de la democracia, en el tema de la solidaridad, en el ámbito económico de nuestro país y en el tema también de los más pobres”.

También, Mons. Olivera no pudo dejar de ver nuestra realidad social actual y preguntarse cuál sería la actitud de Mons. Laguna hoy,  “a veces, en los tiempos en que estamos viviendo, en esta tremenda realidad que vivimos, no solo de situación económica, donde muchos están sufriendo, sino también, se nos quiere cambiar nuestros valores espirituales y culturales en pos de una inclusión, pero, no teniendo en cuenta la realidad natural de las cosas y la tradición espiritual de nuestro pueblo. Es en estos momentos en que, extrañamos la voz, la palabra y la valentía de Mons. Laguna”.-

Fuente: ObispadoCastrense

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