¿Sexo durante la menstruación? Mitos, desventajas y qué elementos son necesarios

Que la mujer esté indispuesta no es un impedimento para mantener relaciones. De hecho, existen ciertas ventajas de tener intimidad “en esos días del mes”, como una mayor lubricación, mayor excitación, alivia el dolor del período y puede ser una oportunidad para un cambio de escenario.

Algunos estudios arrojan que alrededor de un tercio de las parejas sexualmente activas tienen sexo durante la menstruación. Por ejemplo, en uno publicado en The Journal of Sex Research en el que se consultó a 102 mujeres, cuarenta de ellas dijeron hacerlo sin que supusiera ningún problema ni para ellas ni para sus parejas. De los doce hombres encuestados, nueve también dieron la misma respuesta.

No obstante, en torno a esta práctica íntima todavía hay cierta reticencia y prejuicios. Para aquellas personas a quienes no les desagrada tener intimidad con la menstruación de por medio, pueden emplear alguno de estos objetos o técnicas para asistirle en estos casos:

Copa menstrual compatible con las relaciones sexuales: este producto de higiene íntima ganó popularidad en los últimos años. Está fabricada en silicona médica o látex, se cambia en un lapso de 12 horas, tiene mayor capacidad de contención que los tampones, es reutilizable y no daña el entorno vaginal.

Tampón especial: funciona parecido a una copa vaginal. Este objeto impide que la vagina se llene de sangre durante la menstruación, con lo que se evitan las manchas. En el mercado ya hay algunas opciones, pero ninguna argentina. Se pueden conseguir por Internet en otros países.

Toalla: en el caso de tener un orgasmo existe la posibilidad que aumente el flujo porque el placer máximo provoca que los residuos del endometrio sean expulsados a mayor velocidad. Por eso es útil tener a mano algún elemento para cubrir las sábanas. Una alternativa es tener intimidad en otro lugar que no sea la cama en el que la pérdida de sangre no sea un problema, como por ejemplo en la ducha.

Imaginación: se puede optar por prácticas sexuales que no requieran de penetración vaginal. En estos casos, el ingenio es el mejor aliado.

Preservativos: la sangre incrementa los riesgos de transmitir enfermedades de transmisión sexual. El cuello del útero está un poco más abierto, por eso es recomendable utilizar siempre preservativo para reducir las chances de contagio y también para protegerse de un embarazo, que si bien es poco probable, es una posibilidad.