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Turista grave en Córdoba por comer «el hongo de la muerte»

Tiene 36 años y proviene de Río Cuarto. Está internado desde el viernes pasado por consumir Amanita Phalloides en grandes cantidades.

Un hombre de 36 años está internado desde el 24 de enero en muy grave estado en el Sanatorio Allende tras haber comido hongos silvestres que él mismo juntó del suelo en Santa Rosa de Calamuchita.

Es oriundo de Río Cuarto y los médicos informaron que su cuadro es de extrema gravedad. “El hongo que comió le produjo una insuficiencia hepática fulminante”, aseguró el doctor Mario Sorbera.

Según contaron los profesionales, una de las setas que ingirió se trataba del llamado “hongo de la muerte”. Su nombre científico es Amanita Phalloides, es venenoso y, dependiendo de las cantidades consumidas, puede ser de riesgo mortal para los humanos.

Si bien genera un daño generalizado en el cuerpo, las toxinas de este hongo atacan de manera particular al hígado y eso causa la muerte, explicó Carlos Urcelay, biólogo profesor de la UNC e investigador del CONICET especializado en hongos, en diálogo con este medio.

Desde el hospital aseguraron que “es fatal en el 95 por ciento de los casos”. Por ello, buscan que lo ocurrido se difunda para alertar a otras personas a no realizar estas acciones que son de sumo peligro sin la supervisión de un experto que identifique cuáles hongos son comestibles y cuáles no.

“El hongo de la muerte”, un peligro en Córdoba

Urcelay aclaró además que el Amanita Phalloides es un hongo que solamente crece junto a los pinos y robles, ya que sus raíces se asocian. Por eso, es común hallarlo en varios sectores de las sierras de Córdoba.

El biólogo añadió que el daño en el cuerpo depende de la cantidad de hongo consumida, pero que generalmente suelen ser consecuencias leves. En este caso, al parecer el riocuartense consumió una cantidad considerable el pasado 22 de enero, lo que explica su complicado cuadro de salud.

“Es el hongo más tóxico de los que se pueden encontrar en Córdoba”, añadió el especialista, que también explicó que el Amanita Phalloides puede ser parecido a algunas especies de champiñón silvestres para aquellos que no conozcan del tema.

Los hongos venenosos “para un experto son perfectamente reconocibles, tanto por su aspecto como por las épocas del año en que crecen”. Sin embargo, todos coinciden en que aquellos que no estén interiorizados no deben arriesgarse a recolectarlos.

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