Solicitud de Paradero

El misterio de Rodrigo Ibarra, un joven tucumano que desapareció hace 3 años y nada se sabe de él.

Hace tres años, Rodrigo Ibarra salió de su casa en Lomas de Tafí para ir a una clase de inglés, y nunca volvió.

Hace tres años que Rodrigo Ibarra salió de casa y no volvió: llamadas sin sentido, datos que no llevan a nada, y una familia a la que le falta una pieza fundamental en el rompecabezas. ¿Qué se sabe?

Hace tres años, Rodrigo Ibarra salió de su casa en Lomas de Tafí para ir a una clase de inglés, y nunca volvió.

Melisa Gómez es la tía de Rodrigo, y según cuenta a eltucumano se llevan once años, o sea, su relación era muy cercana.

En estos años, el rumor más fuerte sobre la desaparición del adolescente que ahora tendría 19 años de edad (tenía 16 cuando desapareció) es que está en situación de calle, aunque la familia no da fe de esto: «Muchos dicen que está en situación de calle. Fuimos a ver y eran otras personas, no era él. Información certera nada, lo último que nos llegó fue una foto en un subte en Buenos Aires, se ve un chico idéntico, me bajó la presión cuando lo vi. Está mirando de costado y es igual. En ese momento estábamos con la brigada de investigación, mandamos el reporte para pedir información para ver a través de las cámaras e identificar» relata.

Llamadas y datos sin final feliz

En estos tres años, no son pocas las pistas que la familia del joven ha seguido en su incansable búsqueda: «Muchas personas se han comunicado, cinco o seis diciéndonos que el estaba en Brasil. Tengo una amiga en Brasil que se llegó a la zona en donde supuestamente trabaja, se acercó al balneario, y no era, no había nadie así como él» cuenta Melisa.

«Después nos dijeron que estaban en Jujuy. Hay gente que te llama y te asegura, te da todas las ilusiones habidas y por haber, te dicen que es alto, que es muy amable, que tiene ojos hermosos, y esa misma persona se desaparece, no se puede comunicar más con esa persona. Nos dicen ‘le saco una foto y te la mando’. Te dan la ilusión de que lo verán de nuevo, que te mandarán una foto, y no. Se desaparecen. Tengo la esperanza de que atrás de esa persona está mi sobrino. Que el pide que se hagan esas llamadas. Si bien está desaparecido y no sabemos si por voluntad propia, tenemos la esperanza de que sea una estrategia suya para comunicarse con nosotros» nos cuenta la tía de Rodrigo, ahogada en lágrimas.

«Mucha gente usa el mismo modus operandi cuando se viraliza su imagen. Tenemos la esperanza de que él está bien. Al principio mi mamá, mi hermana y yo recibíamos llamadas raras, no contestaban del otro lado. Mi mamá comenzó a hablalarle a esa persona, y en una de las últimas veces que me llamaron y no respondían hablé y me desahogué. Quería que sepa que lo necesitábamos, que falta una pieza fundamental en la familia. Ahí me cortó y no volví a recibir esas llamadas».

Una de las grandes incógnitas y que solamente la pueden comprender quienes tienen a un ser querido en calidad de desaparecido, es sobre como continuar: «Se sigue como se puede. Todos mis sobrinos son especiales, pero él es el primero, es el mayor, nació cuando yo tenía 11 años, nos criamos juntos, mi hermana vivía en mi casa. El es como mi hijo mayor. No tenes nada que reprocharle a un hijo tan perfecto, estudioso, buena persona, compañero, no tengo nada malo para decirte de él» recuerda Gómez, pensando en su sobrino.

«Se sigue como se puede, tenés tus días, lo extrañás, vas a su casa, y me vienen los recuerdos porque el me abría la puerta, yo corría y me abrazaba, me decía ‘tía, te amo’. Ir temprano y no verlo, yo entraba a su cuarto, le decía levántate amor así tomamos algo. Es muy difícil entrar a su casa y que no esté. Cuando mi hermana viene con sus otros dos hermanos y nos sacamos una foto es raro que no esté él, falta. Sus hermanitos tuvieron ayuda psicológica un tiempo pero los demás no», revela al medio.

Con respecto a cualquier dato que pueda servir para identificar a este muchacho, Melisa cuenta que a pesar de tanta información que no llevó a nada, no es algo que le molesta: «No me interesa que la gente se equivoque, no me molesta. Hace unos días me escribió una chica, me mandó una foto vieja, no me molestan esas cosas. Dentro de esas confusiones y equivocaciones hay un ojo que está buscando, alguien va a dar con él. Es una persona muy cariñosa. Solo con verlo, te da paz, ternura. Alguien lo va a ver. Esa foto de él nos va a dar la pazque necesitamos en este momento. Yo tengo la esperanza, mi corazón siente que se fue por voluntad propia».

El día del adiós

«El día que desapareció fue a una clase de inglés. Lo vio una compañera por última vez esperando el colectivo. De ahí en más nada más. El vivía en Lomas de Tafí» explica su tía, sobre la última actividad de Rodrigo en 2018.

«Me falta una pieza fundamental en mi vida, en la familia entera, Necesitamos saber que el está bien, no podemos vivir sin saberlo. Lo amo con todo el corazón, la familia entera lo ama y lo necesita, si el decidió estar lejos lo respetamos. Solamente necesitamos un mensaje, una llamada, solamente que nos diga ‘tía estoy bien, tía quédate tranquila’. Es doloroso vivir sin saber como está, si ha comido, si tiene lugar donde descansar. Es un chico muy trabajdor y lo puede todo. Si quiere estar trabajando va a estar trabajando, si quiere estar bien va a estar bien. Cuando me dicen que está en situación de calle yo sé que no es él, el puede, el no va a llegar eso. A donde está yo sé que está bien pero necesito saber que se fue por su voluntad» opina la tía de Rodrigo.

Por cualquier dato del joven llamar al 381 511-9261 (Melisa Gómez). Cómo información adicional, Rodrigo tiene un lunar muy grande en su espalda, que ocupa casi 1/4 de su espalda.

Fuente : El Tucumano

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