Política

 En estas PASOS , HPC podría quedar primero 

¿Cuántos votos obtendrá Negri sobre el total de sufragios? ¿Y Juez? ¿Superarán, individualmente considerados, a los que logren Vigo y De la Sota el día de la elección? Estas PASO podrían resultar un juego de apariencias, en donde los segundos afirmarían (con un dejo de verdad) que resultaron ser primeros.

Un fantasma asusta a los principales referentes de Juntos por Córdoba. ¿Y si sus listas en pugna terminan siendo segundas en las PASO? El espectro aterra a los directamente involucrados, especialmente a Mario Negri.

La posibilidad, ciertamente existe. Si bien no existe ninguna duda de que JpC ganará holgadamente las primarias en tanto coalición, este hecho no puede ser homologado automáticamente a las facciones internas que las disputarán. Es probable que, considerados únicamente los votos que obtenga la que termine imponiéndose, estos resulten inferiores a los que logre la segunda fuerza electoral en tal instancia.

¿Quién detentaría esta posición? Aunque el análisis todavía pertenezca al dominio de la especulación, es plausible que Hacemos por Córdoba lo logre. Vale recordar que ni Alejandra Vigo ni Natalia De la Sota tienen competencia interna. Los votos que obtenga la lista serán sus votos, enteros e indivisibles, una ventaja de las que no gozarán ni Negri ni Luis Juez, al menos el 12 de septiembre venidero.

Algún escéptico podría objetar, sin negar validez al fondo del razonamiento, que no existe razón alguna para postular como segunda a la lista del gobernador en lugar de la del Frente de Todos. Después de todo -bien podría sostenerse- tanto en las PASO como en las legislativas se observará una profunda polarización a lo largo y ancho del país sobre el rumbo adoptado por el gobierno nacional.

Este es, por cierto, un buen punto, pero que merece alguna precisión. En principio, todo apunta a que el aporte de Córdoba a la causa de Alberto Fernández será mínimo, marginal. Además, y dada la característica de “peronistas itinerantes” que revisten las principales figuras del kirchnerismo local, es altamente probable que los que se identifican con el justicialismo a secas se decanten por la oferta de Juan Schiaretti antes que por las segunda marcas, y menos aun si estas defienden las políticas implementadas por la Casa Rosada.

Un somero recorrido estadístico permite abonar esta hipótesis. En 2017 (también elecciones legislativas) el oficialismo provincial obtuvo el 30% de los votos que, aunque lejos del 48% logrado por el entonces Cambiemos, dobló la diferencia con el kirchnerismo, a la sazón tercero. No obstante que en 2019 el Frente de Todos se hizo con el segundo lugar con el 22% contra el 17% de Hacemos por Córdoba, no debe perderse de vista que, en el último turno, el debate era mayoritariamente presidencial y que esto distorsionaba las preferencias legislativas. Solo adviértase, para corroborar esto, que JpC (con Mauricio Macri como estandarte y a pesar de la crisis de su gobierno) superó el 50% de los sufragios en aquella oportunidad.

Estos antecedentes habilitan la suposición de que la lista del gobernador resultará segunda y con un porcentaje de votos que fluctuará entre un 25 – 30% del electorado, por lo que bien puede regresarse al temor que sobrevuela a los principales referentes de JpC: ¿Cuántos votos obtendrá Negri sobre el total de sufragios? ¿Y Juez? ¿Superarán, individualmente considerados, a los que logren Vigo y De la Sota el día de la elección? Estas PASO podrían resultar un juego de apariencias, en donde los segundos afirmarían (con un dejo de verdad) que resultaron ser primeros.

Huelga decir que la perspectiva ilusiona al gobernador. Si sus candidatas resultan las más votadas el autobombo se hará sentir. En tal escenario es de imaginarse que el Centro Cívico cantará victoria y tratará de insuflar exitismo a una campaña en la que, en rigor de verdad, participa sin demasiadas pretensiones.

La hipótesis preocupa en JpC, amén del evidente favoritismo con que cuenta la entente en la consideración general. Para que todo anduviera bien no solo debería lograrse que la sumatoria de votos de las diferentes listas en pugna fuera mayor a las de las demás fuerzas políticas, sino también los sufragios que obtuviese aquella que resultase la vencedora. Es una doble (y tal vez injusta) condición para el triunfo.

Los binomios directamente involucrados en esta aritmética son quienes, a priori, parecen correr con alguna ventaja, esto es, Negri – Gustavo Santos y Juez – Rodrigo de Loredo. Cualquiera sea el que venza necesita aplastar a su rival para mostrar una genuina diferencia electoral. Sin embargo, esta no es una alternativa que se baraje por estas horas. Dejando de lado los gustos personales, debe decirse que aquellos son candidatos potentes y que darán todo de sí para triunfar. Nadie se concederá ventajas, un empecinamiento que podría contribuir al acto de prestidigitación que trama Schiaretti y su equipo.

De entre todos los interesados es Negri, precisamente, el más preocupado. Después de tantas refriegas intestinas al final resultó ser él (con el acompañamiento de Santos) el representante de la línea “oficial” dentro de la coalición. Juez, de estar en principio bendecido por Macri, terminó no obstante como un outsider, arrastrando en tal categoría al generalmente orgánico de Loredo. Le cabe, por lo tanto, al presidente del interbloque opositor en la cámara de Diputados de la Nación la responsabilidad de gustar, ganar y convencer de que efectivamente ha triunfado.

Esta es la razón por la cual el entorno de Negri ha salido a reclamar por el voto útil. Advierten que hay que optar ya como si fuera en la general, porque es mucho lo que está en juego y no debe debilitarse a un candidato que, más allá de las PASO, mide bien entre el electorado opositor y que es prestigioso a nivel nacional. Especular en las internas, conforme esta visión, es jugar con fuego y hacerle el caldo gordo a Schiaretti -que muerde una porción del mismo pastel que JpC- y al Frente de Todos, que necesita acortar la abismal diferencia que lo separa de los favoritos en la provincia.

El clamor por el voto útil es una forma de exorcizar a un fantasma que amenaza volverse corpóreo si la dinámica interna se tornase beligerante. Existe, ciertamente, un compromiso entre los diferentes contendientes de mantener algún clima de concordia, pero con Juez de por medio nunca se sabe. El exembajador puede detonar los compromisos más firmes, como supo hacerlo con Ecuador en pleno ejercicio de sus funciones o dentro de la propia JpC en 2019, debilitando fatalmente sus chances en la provincia. Sus antecedentes no lo ayudan e, hipotéticamente enrolado en una disputa a todo o nada, bien puede ser capaz de arrastrar al pulcro Negri a los niveles más bajos de la disputa política. Esta incógnita se desvelará en los próximos días.

 

Fuente; Alfil

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